viernes, 3 de septiembre de 2004

¡Hubo ley seca!

¿A quién se le ocurre? ¿Quién querrá emborracharse, perderse, por un informe presidencial, y lo que en los supuestos implica.

En este país, el pópulo se embriaga por dos razones: cuando tiene un motivo para festejar como: el día que gana la Selección, en los XV años de la niña, o cuando una verdadera tristeza lo embarga, pero en este caso lo hará en la mesa del rincón, con dos o tres compas que lo comprendan.

No creo entonces, que existan, por mucho, pretextos suficientes para festejar e irse al Ángel, u organizar algún zafarrancho -aunque parezca contradictorio-, en el zócalo, afuera del palacio legislativo, en los alrededores de los pinos (sí, con minúsculas). Sí hay mucho que ahogar en unos tragos de tequila, o mezcal, pero entonces eso se hará en petit comité.

¡Será que lo que le preocupa al poder ejecutivo es que en la historia quede escrito que también en el sexenio del cambio fue igual?

Habrá ley seca en 2005 y 2006. Seguro.


pd. QPM

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