lunes, 14 de marzo de 2005

¡Cerrojazo! Ja!

Que duro. No me gusta para arropar. No guarda. Cae: pesado, estridente. Encierra.

Recuerdo aquellas expresiones: por cumplir el requisito, la ley del mínimo esfuerzo. Era doloroso decirlo antes de las dieciseis. Por los colgados y por los que esperábamos. Ellos los que partían, los que adelantaron un pie y señalaron, luego el otro y el otro hasta levantar la cabeza, perdieron. Tregua para el que nos recuerda la fuerza. La trova no fue lo mejor para esta tarde, pero por se ha salvado la profesión.

No hay romance, ni miedo. Ya estaban ahí. No miran, no pensaron.

Los cerrojos que quiero mostrar, las puertas tan rojas, se fundirán. Duele.

Duele.

Duele.

Duele el ayuno. Duele la falta. Se llora de dolor y gozo.

¡Cerrojazo!

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