lunes, 21 de febrero de 2011

En una tarde cuesta arriba Hermoso pierde el triunfo con el rejón de muerte

[publicado originalmente en Opinionytoros]

Ante aproximadamente tres cuartos de entrada se lidiaron dos toros de Los Encinos para rejones, justos en presentación y juego, cuatro de Malpaso de buena presencia y complicados en términos generales, y uno de Ordaz, en sustitución del segundo que se rompió el pitón izquierdo, chico y complicado.

Pablo Hermoso de Mendoza: al tercio en su lote
Rodolfo Rodríguez El Pana: pitos en su lote
Pepe López: al tercio y leves palmas
El entradón que provocaron Pablo Hermoso de Mendoza y Rodolfo Rodríguez El Pana presagiaba una tarde en la que la comunión del público con los toreros dejara mucho para la memoria. Para el rejoneador navarro el resultado final no ha sido del todo malo, salvo no anotar en la estadística. El Brujo de Apizaco no podrá decir lo mismo, luego de que la tarde se le puso cuesta arriba desde que el primero de su lote se partió el pitón desde la cepa, antes de que le diera un solo capotazo. Así, el ambiente se cargó hacia el lado de Hermoso y a Pepe López también se le complicó conectar con el tendido.

Aunque las comparaciones, o los cuestionamientos sobre quien será mejor han comenzado ya en México, me parece que Pablo Hermoso de Mendoza se ha concretado a revalidar el por qué es uno de los toreros que más gusta en nuestro país. Hace más de una década, Pablo llegó a México de la mano (valga la expresión) de Cagancho, y en el ruedo conocimos a Chicuelo, Labrit, Fusilero, Mariachi y tantos otros. Hoy en día, junto con Pata Negra, Manolete, Pirata, Chenel, Curro, Saramago, (que digno homenaje) genera ese binomio que hoy se ratificó en La México. Que Pablo ha tenido tardes de mayor alcance, es cierto, pero como se sabe en buena medida, dadas las condiciones de los astados que le han permitido esos momentos. Los dos toros de Los Encinos que enfrentó esta tarde no han sido malos. El primero se ha dejado más, pero duró menos, El segundo con mayor gas, pero con algunas complicaciones.

Si bien la colocación de los dos rejones al que abrió plaza no estuvieron en el sitio, esa especie de gambetas que realizó con Curro comenzaron a calentar al cotarro. Sobre los lomos de Chenel, el ánimo fue in creciendo. Comenzó por encelar al astado llevándolo cosidito al estribo. Tras salir de la primera banderilla, citando al astado de tercio a tercio y que colocó con un cambio, vino el galope de costado muy templado cubriendo más de la mitad de la circunferencia del ruedo, y los cambios por los adentros. Ícaro dio muestras de un gusto por torear en cortito, rodándose cara a cara con el de Los Encinos. Finalmente, con Pirata, luego de las 3 cortas, también rodando con el toro, vino la mala pasada con el rejón de muerte. Pese a haberlo puesto en el primer intento, este quedó muy trasero y contrario, por lo que todo quedó en una salida al tercio en reconocimiento de su labor.

Saramago recibió al cuarto, con el que comenzó a atemperar a un toro con que se arrancaba con un punto de violencia . Apareció enseguida Manolete al que el público aplaudió mucho. Este caballo lo mismo torea al estribo que a la grupa. Manolete y Pablo generaron esa atrayente combinación del brío del equino con la cadencia en la monta del rejoneador navarro.

Con Pata Negra, Pablo Hermoso alcanzó el clímax de la tarde. Que acierto cambiarlo de ser un caballo de salida a uno para banderillas, porque sin dejar de ser un caballo fuerte y seguro, tiene cualidades de mayor plasticidad y elegancia. Las piruetas que han terminado por poner del pie a la concurrencia han sido el colofón del mejor momento de la tarde. Con este Pata Negra igual comenzó a encelar al astado con el pecho, para ir girando y terminar toreándolo con el anca. Luego vino la algarbía de torearlo con la cola al rodarse con él de espaldas. Magnifico el quiebro para colocar la tercera banderilla en la boca de riego.

Nuevamente apareció con Pirata para colocar tres cortas y un par a dos manos. La terrible colocación del rejón de muerte hizo que toda premiación se esfumara, no así el gozo de la parroquia que lo sacó para ovacionarlo en los medios.

El júbilo del público se transformó por completo con los dos alternantes. Mientras que con El Pana fue hostil y majadero, con Pepe López estuvo más bien indiferente e impaciente.

Más de uno asegurará categóricamente que El Pana mandó estrellar al segundo de la tarde.. Si las bases son que era un toro que le pareciera con demasiada catadura, lo mismo hubiese hecho hace unas semanas en Guadalajara con la corrida de Santa María de Xalpa. Que así se las gasta, puede ser, pero para bien y para mal. Meras suposiciones, pues la única forma de tener esa certeza llegará, si se da el caso, de que Rodolfo Rodríguez El Pana así lo confirmara.

En adelante, nadie quiso saber nada de lo El Brujo hiciera y toreo a granel aquí no iba a encontrar. Al sustituto de Ordaz de nada agradabla apariencia, escaso de presencia y aún más de fuerzas, le robó una tandita por el derecho. Con el quinto, nadie puede negar que quiso estar empeñoso y agradar. Buscó torearlo en redondo, aunque es verdad que a prudente distancia, vino luego el toreo por alto, y al perfilarse arreció la rechifla, por lo que volvió a armar su muleta. El intento de una nueva tanda y una serie de san juaneras, pero nada. Insultos, pitos, explicables, que no justificables, acaso, en los contrastes que sólo genera un torero como El Pana.

Por su parte, a Pepe López lo esperaron poco. Quizá el toro más claro fuese el tercero. No obstante, no se trataba de un dulce, de esos toros para las vueltas y vueltas. Había que estar muy firme, pisándole el terreno, en el sitio, insistiéndole mucho. En ese tenor estuvo el , que tal vez, lo subrayo, de haber intentado vender un poco más, hubiese conseguido meter a este público que busca más el toreo de efecto inmediato.

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