miércoles, 4 de enero de 2006

Hasta en las mejores familias

[publicado originalmente en Acta Semanal, Enero 3, 2006].


LA TORICANTANA

Hasta en las mejores familias


Poco ocurre en el ruedo de La México. Intentar una crónica se torna complicado. A las afueras o en los adentros del coso más importante de América, se presentan renuncias, se notifican castigos, se anuncian demandas, se opina, se discute de la vergüenza torera de un subalterno que se juega la vida por menos de dos mil pesos.

¿Le parece conocido el anteponer el provecho particular al beneficio colectivo? ¿La inmediatez como patrón de tiempo para alcanzar u obtener resultados? Pues sí. El desacuerdo creado por la corrida del 11 de diciembre en la Plaza México, ha provocado entre otros, la renuncia de algunos toreros a la asociación de matadores. Entre ellos Eulalio López “Zotoluco”. Una de las preguntas que quedaron y aún sin respuesta en la anterior aportación , fue: “A los asociados ¿por qué no tomar una postura firme ante el intento calificado como colonialista?” Bueno, pues la agrupación de toreros españoles lo hizo. Rompió el convenio.


El relato de las voces

El 25 de diciembre se anunció a Antonio Barrera (español) para la novena corrida de la plaza México, junto con Humberto Flores y Guillermo González “El Chilolo”. Barrera decidió no actuar, pues sería castigado si alterna con Flores. Recordemos que es uno de los castigados por la asociación. Entra al quite Alberto Huerta, y posteriormente otro cambio. Antonio Bricio en sustitución de “El Chilolo” a quien se le diagnosticó pulmonía en aquella semana.

La filantrópica empresa le da un cartel de postín a su incondicional, al que arriesgó su seguro médico, el respaldo de sus compañeros, y otros beneficios que no se valoraran hasta que los requiera: Humberto Flores. Una tarde de navidad, que la misma empresa refunfuñando, tiene que dar porque las autoridades se lo exigen. Un domingo, en el que los que van (vamos) a la plaza por afición, o para ser más honestos, porque no nos extrañarán en nuestra casa. Pa’ pronto: una tarde de medio pelo, o menos.

Otra palmadita en la espalda, ¿o dedito de atole? para Christian Ortega (otro de los mexicanos castigados). Lo anuncian el primero de enero, con el casi difunto Manolo Mejía, y el compromiso de confirmarle la alternativa a Jorge Benavides “Cúchares” y toros de san mateo, otrora San Mateo.

Los toreros, prefieren ya, irse por la libre. Renunciar a la asociación, para no ser castigados, ellos mismos o algunos otros compañeros. No hay puntos de acuerdo por una sencilla razón. Ya la apuntamos. Ver sólo por el bien propio.

Supongando y preguntando

¿Qué hubiera ocurrido si la asociación mexicana hubiera roto el convenio con los españoles aquel 11 de diciembre? ¿si los toreros mexicanos al faltarse un acuerdo mutuo, y por lo tanto al respeto, hubieran decidido no torear más con españoles? ¿Qué les hubiera quedado a las empresas, empezando por la magna-ni Plaza México? Por reglamento no se pueden dar carteles con más del cincuenta por ciento de toreros extranjeros. Me imagino que “El Fandi” y/o “Finito” pudieran haber sido castigados por su agrupación, pues Enrique Ponce, o “El Juli” hubieran dejado de ganar algunos miles de dólares.

Si, los perjudicados nosotros: los aficionados. Aquellos que nos gustaría ver por ejemplo a Javier Conde, a Morante de la Puebla, a “El Cid”, entre otros. Pero como aficionados podríamos, o deberíamos esperar. El ayuno de toreros españoles para nosotros, pudiera haber tenido como consecuencia el fortalecimiento de la fiesta mexicana. Esto si, no en el corto plazo, pero sí en el mediano y largo tiempo.

¿Qué vendrá? El refrito. Tragar los toreros y tragar la afición. ¿una nueva asociación? ,que no agrupación, Colectivo, o comunidad. Y en algunos años, la misma historia.

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