lunes, 7 de noviembre de 2005

Lo que es no es lo que yo vi

Lo que es:
4 orejas y un rabo. Un arrastre lento.

Lo que yo vi:
un trasteo hecho de saber y conocer la lidia, al toro bravo, que son los, cuyo única respuesta es merecer 1 oreja. Con su segundo, volver a decirnos su oficio. Tenernos sí 16 minutos conjuntando él, en espera todos, recibieron algunos. Tendido emocionado cual estadio de futbol, largando las embestidas, todas. 2 orejas, no puede haber más. No hubo más. Es Enrique Ponce. No puede haber más, no puede -¿debe?-, haber menos. Danza en puntas, un circured, una dosantina y lejos. Estocadas caídas.

Lo que no vieron:
lo de siempre: Alarde del alarde de valor. ¿Cuándo Don Zotoluco cargará la suerte?

Un encierro débil, sin raza, soso; acaso noblote. Toritos.

Lo que queremos ver:
Señores, los esperamos toda la temporada. Quisiéramos por la afición que dicen tener, verlos en el tendido domingo a domingo. Prometemos hacer el esfuerzo, por encausar y bien dirigir lo que hoy podemos llamar gusto por la fiesta brava.

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