miércoles, 17 de mayo de 2006

vuelve la fiesta brava

[publicado originalmente en Acta Semanal, Mayo15, 2006].

Yo tengo ilusión. Creo, como acto de fe y como augurio sustentado. Hechos. En el ámbito periodístico son materia prima. En la vida cotidiana pueden ser también fundamento.

He platicado con este entusiasmo con otros aficionados. Otros, simplemente porque cada uno vive de manera distinta esa afición. Alguno me ha dicho que los toreros anunciados son cartucho quemado. Otro, cuestiona la permanencia de la autenticidad del toro. El siguiente cuestiona si es un negocio limpio. Unos más coinciden en que aquí comienza algo bueno. Que habrá que tener paciencia, algunos más. En otras palabras, algunos, con toda razón son escépticos o prefieren guardar sus reservas para no ser víctimas en el futuro –cercano o lejano-, de una caída libre. Los otros, descalifican para legitimar sus opiniones. Sin embargo, nadie se ha atrevido –inteligentemente-, a concluir tajante.

La división de opiniones oscila entre que este fastuoso episodio es sólo un timo, hasta que, este momento pueda ser un nodo, del que se puede desprender un mejor derrotero para la fiesta brava de nuestro país.

Decía hechos. Porque sobrepasan la condición de promesa. Porque con ellos los verbos se conjugan en tiempo presente. Porque son verificables.

La empresa Renovación Taurina 2006, dirigida por los matadores José Antonio González Chilolín y Víctor Curro Leal, es la nueva responsable de la Plaza México. Algunos hablan de cambios, y sí los hay. Pero se trata fundamentalmente de retomar aspectos imprescindibles para los asuntos taurinos.

Retornos, variaciones o una distinta forma de hacer que las cosas pasen. Provocar.

El toro. Lo primero es el toro, y ya está ahí. Se ha denominado la temporada torista. El toro con presencia: edad y trapío. El toro que aviva el peligro, evalúa el valor y estimula el respeto. Es lo que a priori si puede exigirse y demostrarse. Sobre el comportamiento que puedan tener en el ruedo se puede adelantar, pero nadie puede asegurar con contundencia al respecto. Sin embargo, aunque hay una frase taurina que reza: el toro no tiene palabra de honor, los ganaderos de La Cardenilla (Pepe Moro), Barralva (José Álvarez Bilbao), La Joya (José Gónzalez Dorantes) y Santa María de Xalpa (Benigno Pérez Lizaur), si han puesto la suya. Cierto es entonces, que ninguno de ellos puede asegurar que los 24 astados ha lidiarse vayan a ser de bandera, o que el juego que den sea intachable, pero sí, que han trabajado con escrúpulo en la selección y crianza de estos toros.

Esta fiesta, está constituida por un conjunto basto de tradiciones, por una parte. Por otra, es al final un espectáculo público. Una de estas tradiciones es presentar a la comunidad los toros que habrían de lidiarse. Entre los razonamientos, es porque haciendo un símil con la oferta gastronómica de un restaurante, el público tiene derecho a conocer el menú y entonces decidir si consume o no. Es así que esta empresa ha decidido abrir las puertas de la Plaza México todos los jueves y viernes para que cualquier aficionado, pueda ver a los toros que se lidiarán el siguiente domingo.

El tamaño de la puya ha sido disminuido. Esto implica que la ejecución y la función del tercio de varas puedan cumplirse de manera más íntegra. Se ha eliminado el toro de regalo. Un recurso que se ha convertido en un acto ventajoso, pues únicamente quienes cuentan con las posibilidades económicas para ello, podían echar mano de el. Los precios de las localidades han sido reajustados.

Por ahora ocho matadores confirmarán la alternativa en el coso de América. Cuatro padrinos jóvenes serán base de los carteles. Son quizás nombres poco o hasta nada comerciales, pero si son doce toreros con posibilidades verdaderas, cualidades y preparados para tomar estas tardes como inicio de una nueva etapa en sus carreras.

Éstos son los hechos. Para que den el resultado que se espera, le corresponde a cada uno tomar o continuar con su responsabilidad y hacer su mejor trabajo.

Tengo ilusión y creo, sobre todo, porque amo la fiesta brava.

¡Suerte para todos!

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